Sí, has leído bien: los gatos pueden traer juguetes al igual que los perros, e incluso mejor. Además de impresionar a tus vecinos y amigos, es una forma estupenda de que el gato y tú os divirtáis y paséis un buen rato juntos. Sigue leyendo para descubrir cómo enseñar a un gato a traer juguetes.
Piensa como un gato
Los perros son animales sociales que disfrutan cooperando. Sin embargo, los gatos son más independientes y normalmente necesitan aprender que cooperar puede tener ventajas. Si entiendes este sencillo concepto, sabrás por qué debes enseñar a un gato de una forma diferente que a un perro. Para adiestrar a un gato, existen algunas técnicas básicas que debes conocer. Todos estos principios básicos tienen algo en común: empiezan por la letra "R", por lo que son más fáciles de recordar.
Refuerzo
Según Experto Animal, el refuerzo positivo es la mejor manera de adiestrar a tu gato. Significa enseñarle a asociar la acción deseada con un resultado positivo. Se recomienda dividir el objetivo final (es decir, traer un objeto) en una serie de pasos más pequeños (por ejemplo, ir a buscar un objeto, morderlo, recogerlo y volver cuando se le llama), y luego reconocer cuando el gato realiza estos pasos. Por ejemplo, puedes empezar adiestrando al gato para que se te acerque cuando coges el juguete.
Recompensa
Para reforzar el comportamiento, hay que añadir una recompensa para que el gato esté motivado y quiera hacer el truco. Aunque un alimento suele ser una buena opción, dependerá del gato. Quizás tu gato prefiere que le rasques la barbilla, que le des un juguete específico o que juegues con él a un juego concreto. Si utilizas alimentos, las premios pequeños son una gran recompensa, pero es importante dárselos de forma constante. Si de repente el gato no recibe ninguna recompensa, puede confundirse y perder el interés. Elige un premio en concreto que le guste a tu gato y utilízalo solo cuando el gato lleve a cabo la acción que quieres. No te excedas con los premios para evitar los kilos de más.
Respeto
Lo más importante es respetar lo que les gusta a los gatos y lo que no. No mires fijamente a tu gato ni hagas ruidos fuertes durante el adiestramiento o el juego. Cuando el gato no tenga ganas de jugar, no lo fuerces. Intenta adiestrarlos cuando estén más juguetones, que suele ser al amanecer y al atardecer, y a la hora de comer, cuando tienen hambre.
Consejos sabrosos
El momento oportuno
Tienes que conocer a tu gato y establecer una relación de confianza y cariño antes de empezar a adiestrarlo para que haga trucos o traiga cosas. Averigua qué juguetes u objetos de tu casa le atraen más. Son los que deberías usar para que te los traiga.
A los gatos les gusta cazar y abalanzarse sobre las cosas. Lanzar un objeto blando y dejar que el gato lo persiga, y luego acercarse y colocar un premio cerca, puede servir para reforzar y recompensar el primer paso del truco. Cuando el gato lleve unos días abalanzándose o acercándose al objeto que le lanzas, estás preparado para intentar el siguiente paso: que se lleve el juguete a la boca. Ten preparados algunos premios y dale una indicación verbal (por ejemplo, "sí", "bien‘, "bonito" o incluso un chasquido de lengua) cuando el gato muerda el objeto. Dale inmediatamente (recuerda que es fundamental hacerlo en el momento oportuno) un pequeño premio.
Al principio, debes marcar (con una indicación verbal) y luego reforzar (recompensar) CUALQUIER mordisco al juguete. Cuando el gato repita este comportamiento de forma constante, puedes empezar a dejar un margen de un segundo más antes de marcar y reforzar. Sigue practicando y aumenta gradualmente el tiempo hasta que el gato mantenga el juguete en la boca durante unos segundos. A continuación, puedes combinar esto con el comando para volver cuando le llames que ya le enseñaste por separado y ¡voilà! Ahora el gato podrá perseguir un objeto, recogerlo y traértelo. Ten en cuenta que es mejor hacer todo esto en un momento del día en que el gato esté más activo y juguetón.
Intentos fallidos
Si parece que han fracasado todos los intentos por enseñar al gato para que haga este truco, tómate un descanso durante unos días y vuelve a intentarlo con juguetes nuevos y premios diferentes. Puede que tengas que dividir todavía más la secuencia y trabajar cada parte más despacio antes de combinarlas todas.
Cada gato es único y tiene sus propias preferencias y peculiaridades. Si este truco no le gusta, le puedes enseñar muchas otras cosas. Siempre que utilices el refuerzo positivo y no fuerces al gato, podrás disfrutar de esta divertida actividad con él, que reforzará vuestro vínculo.
Si lo consigues, ¡asegúrate de grabarlo en vídeo para que todos tus amigos te crean! A todo el mundo le gustan los vídeos divertidos de gatos.
Imagen por cortesía de: Flickr /John Benson
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