Un trastorno digestivo es cualquier afección que impida a tu perro realizar una correcta digestión de los alimentos o que altere la velocidad a la que los alimentos recorren su tracto digestivo. ¡Presta mucha atención a los síntomas! Si tu perro muestra síntomas de trastornos digestivos, consulta de inmediato al veterinario.
Algunos síntomas de los problemas digestivos de tu perro son fáciles (y desagradables) de detectar. No dudes en consultar a tu veterinario si tu perro muestra alguno de los siguientes síntomas:
Algunos síntomas de los problemas digestivos de tu perro son fáciles (y desagradables) de detectar. No dudes en consultar a tu veterinario si tu perro muestra alguno de los siguientes síntomas:
Los trastornos digestivos pueden producirse por diferentes razones, y todas ellas pueden hacer que tu perro sienta cierto malestar. A continuación, compartimos algunas de las causas más frecuentes de trastornos digestivos en perros.
Esta es la causa más común del malestar digestivo en perros. Suele consistir en vómitos o diarrea de aparición repentina, o solamente diarrea. Puede deberse a numerosas causas, como la ingesta de algo desagradable (todos sabemos que a los perros les encanta hacer esto), parásitos, virus o cuerpos extraños, por citar algunas.
A diferencia de los trastornos repentinos que acabamos de mencionar, las enteropatías crónicas tardan más tiempo en surgir y suelen prolongarse. La diarrea y la pérdida de peso son signos frecuentes. Las enteropatías también pueden deberse a diversas causas, como reacciones alimentarias adversas o factores genéticos.
El colon forma parte del intestino grueso, y su inflamación se denomina colitis. Suele ser muy característica, y la mayoría de los perros muestran los mismos signos: necesitan defecar con urgencia o pueden tener dificultades para hacerlo y no expulsar apenas nada. Otro de los signos clásicos de la colitis es la presencia de sangre y/o mucosidad viscosa en las heces.
Se trata de una enfermedad grave que puede poner en peligro la vida de tu perro. Los signos más comunes de la pancreatitis son vómitos repentinos, depresión y falta de apetito. Es una afección muy dolorosa, por lo que tu perro puede agitarse y adoptar una «postura de rezo» para intentar aliviar el dolor. Si te preocupa que tu mascota pueda tener pancreatitis, llévala al veterinario lo antes posible.
Para más información puedes leer este artículo sobre la pancreatitis en perros.
Este nombre enrevesado describe una enfermedad en la que los perros carecen de ciertas enzimas necesarias para la digestión. El páncreas produce algunas de ellas y, cuando faltan, los perros no pueden obtener los nutrientes del alimento. Los perros que tienen esta enfermedad suelen tener un hambre voraz, pero aun así pierden peso y presentan un mal aspecto. Como no digieren bien las grasas, sus heces pueden ser de color grisáceo. Algunas razas, como los pastores alemanes, son más propensas que otras. Por lo general, complementar la dieta con las enzimas que faltan da buenos resultados.
Los perros pueden reaccionar mal a determinados alimentos por distintas razones. Este tipo de reacciones se denominan reacciones adversas al alimento. Las verdaderas alergias alimentarias son más raras de lo que creemos, y suelen estar causadas por la proteína de alimentos como la ternera y el pollo. Las alergias alimentarias pueden provocar vómitos y diarrea, y problemas cutáneos como picores.
Para más información sobre cómo manejar a un perro con el estómago sensible consulta este artículo.
Como nos ocurre a los humanos, cuando los perros están estreñidos les resulta difícil defecar, y pueden hacerlo con mucha menos frecuencia. El estreñimiento puede deberse a distintas causas. Comer huesos puede hacer que las heces sean duras y difíciles de evacuar. La deshidratación o un movimiento intestinal lento también pueden dar lugar a heces secas y difíciles de expulsar.
Para más información, visita este artículo sobre el estreñimiento en perros.
En primer lugar, si sospechas que tu perro puede tener un trastorno digestivo, consulta con tu veterinario sobre los tratamientos posibles. Puedes ayudar aún más a tu perro reduciendo aquellos estímulos de su entorno que le produzcan estrés con alguna de estas sugerencias:
A los perros les encanta la rutina. La seguridad de saber cuándo llegarás a casa, cuándo comerán y cuándo saldréis a pasear les ayudará a reducir al mínimo su ansiedad.
Hay una gran variedad de productos en el mercado destinados a ayudar a calmar a tu perro. Consulta a tu veterinario sobre cómo manejar la respuesta de tu perro al estrés en situaciones que le provoquen ansiedad.
Los alimentos elaborados con ingredientes altamente digestibles pueden ser beneficiosos para perros con malestar digestivo. Consulta a tu veterinario sobre cómo cambiar la alimentación de tu perro sin hacer que su estómago sufra.
En primer lugar, si sospechas que tu perro puede tener un trastorno digestivo, consulta con tu veterinario sobre los tratamientos posibles. Puedes ayudar aún más a tu perro reduciendo aquellos estímulos de su entorno que le produzcan estrés con alguna de estas sugerencias:
A los perros les encanta la rutina. La seguridad de saber cuándo llegarás a casa, cuándo comerán y cuándo saldréis a pasear les ayudará a reducir al mínimo su ansiedad.
Hay una gran variedad de productos en el mercado destinados a ayudar a calmar a tu perro. Consulta a tu veterinario sobre cómo manejar la respuesta de tu perro al estrés en situaciones que le provoquen ansiedad.
Los alimentos elaborados con ingredientes altamente digestibles pueden ser beneficiosos para perros con malestar digestivo. Consulta a tu veterinario sobre cómo cambiar la alimentación de tu perro sin hacer que su estómago sufra.