Un trastorno digestivo (o gastrointestinal) es cualquier enfermedad que impide a tu gato digerir el alimento adecuadamente o que altera el ritmo al que el alimento pasa a través del tracto digestivo. ¡No ignores los signos! si tu mascota muestra síntomas de algún trastorno digestivo, consulta inmediatamente con tu veterinario.
Los signos más comunes de problemas de estómago y trastornos digestivos en gatos son las heces blandas y la diarrea. Quizá observes algunos de los siguientes signos en tu gato.
Los signos más comunes de problemas de estómago y trastornos digestivos en gatos son las heces blandas y la diarrea. Quizá observes algunos de los siguientes signos en tu gato.
Las molestias digestivas pueden deberse a diferentes causas, y todas ellas pueden hacer a tu gato sentirse en baja forma. Recuerda que la diarrea puede ser difícil de detectar en gatos que hacen sus necesidades fuera de la casa. Si sospechas que tu gato puede estar teniendo problemas, merece la pena proporcionarle una bandeja donde puedas comprobar qué está sucediendo. A continuación encontrarás algunos de los problemas digestivos que más comunmente vemos en gatos.
Esta es la causa más común de las molestias digestivas en gatos. Normalmente consiste en vómitos y diarrea que comienza de manera repentina. Puede ser causada por muchas cosas como comer algo no apto para el consumo (o como le encanta hacer a muchos gatos, comerse medio ratón y dejar la otra mitad por ahí para que la encontremos), parásitos, virus y bolas de pelo, por nombrar algunos.
A diferencia de los problemas repentinos que hemos mencionado más arriba, las enteropatías crónicas aparecen más lentamente y tienden a durar más tiempo. La diarrea y la pérdida de peso son signos comunes. Como ya hemos mencionado, puede haber muchas razones diferentes que los provoquen, como reacciones adversas al alimento, reacciones inmunes y predisposición genética.
El colon forma parte del intestino grueso y su inflamación se llama colitis. Es muy característica y casi todos los gatos muestran los mismos signos: parece que necesitan defecar urgentemente, esfuerzo al defecar pero sin que salga mucha cantidad, y otro de los signos típicos de la colitis es sangre fresca y/o mucosidad en las heces.
Para más información, consulta este artículo sobre la colitis en gatos.
Al igual que pasa con las personas, cuando los gatos tienen estreñimiento, encuentran difícil defecar y puede que lo intenten con menos frecuencia. Puede haber diferentes causas del estreñimiento. Ingerir huesos, plumas y pelo puede hacer que las heces sean duras y difíciles de evacuar. La presencia de mucho pelo, especialmente en gatos de pelo largo, o un intestino lento, también significará que las heces están secas y son difíciles de mover. Algunas razas como los siameses tiene una mayor tendencia a un intestino lento que otras. Esto puede derivar en una condición llamada megacolon.
Para más información, visita este artículo detallado sobre el estreñimiento en gatos
Esta es una condición compleja en gatos que puede ser difícil de diagnosticar por sus signos vagos. Estos signos incluyen vómitos, letargo y falta de apetito. Como se detalla en este artículo sobre la pancreatitis en gatos puede parecer que va y viene y a menudo va de la mano con otros problemas como reacciones adversas al alimento y enfermedad inflamatoria intestinal.
Los gatos pueden tener una mala reacción a ciertos alimentos por diferentes razones y a esto lo llamamos en conjunto «reacciones adversas al alimento». Las alergias verdaderas al alimento son menos frecuentes de lo que las personas piensan, y tienden a ser causadas por proteínas presentes en alimentos como el pollo, el pescado y la leche. Las alergias alimentarias pueden causar vómitos y diarrea, además de problemas en la piel como picor y un aseo excesivo. Para más información sobre cómo manejar a un gato con el estómago sensible, puedes consultar este artículo detallado.
Para empezar, si sospechas que tu gato tiene un trastorno digestivo, consulta con tu veterinario para conocer los posibles tratamientos. También puedes ayudar a tu gato reduciendo los desencadenantes del estrés en el entorno con alguna de las siguientes sugerencias.
Los cambios en el entorno de tu gato puede causar molestias gastrointestinales. Proporcionar un entorno seguro y relajado, además de tiempo de juego diario, puede ayudar a alivar la ansiedad de tu gato.
Los parásitos como las lombrices intestinales y los anquilostomas, pueden causar problemas gastrointestinales, así que si tu gato tiende a explorar fuera, asegúrate de que recibe el cuidado preventivo adecuado.
Los alimentos elaborados con ingredientes altamente digestibles pueden ser más suaves para las molestias digestivas. Consulta con tu veterinario la posibilidad de cambiar el alimento de tu gato y cómo hacerlo sin que esto suponga más molestias.
Para empezar, si sospechas que tu gato tiene un trastorno digestivo, consulta con tu veterinario para conocer los posibles tratamientos. También puedes ayudar a tu gato reduciendo los desencadenantes del estrés en el entorno con alguna de las siguientes sugerencias.
Los cambios en el entorno de tu gato puede causar molestias gastrointestinales. Proporcionar un entorno seguro y relajado, además de tiempo de juego diario, puede ayudar a alivar la ansiedad de tu gato.
Los parásitos como las lombrices intestinales y los anquilostomas, pueden causar problemas gastrointestinales, así que si tu gato tiende a explorar fuera, asegúrate de que recibe el cuidado preventivo adecuado.
Los alimentos elaborados con ingredientes altamente digestibles pueden ser más suaves para las molestias digestivas. Consulta con tu veterinario la posibilidad de cambiar el alimento de tu gato y cómo hacerlo sin que esto suponga más molestias.