Si tienes un gato, habrás comprobado el tiempo que invierte es asearse. Debido a esta rutina cotidiana, puede ser que tardes un tiempo en identificar un problema cutáneo. De hecho, puede que la irritación no sea evidente hasta que veas que se rasca, pierde pelo o aparecen úlceras.
Cómo Identificar un Verdadero Problema
¿Te preguntas si tu gato tiene un problema de piel? Lo ideal es que el pelo de tu gato esté limpio y mullido. Su tacto tiene que ser suave cuando le acaricias. Sin engrosamiento de la piel, rojeces o cualquier signo de irritación. Si descubres placas de color rojizo, granos, manchas, escaras, costras o pérdida de pelo, puede que tu gato tenga un problema cutáneo que necesite tratamiento. Observa si la piel tiene mal olor, y si se lame, se rasca o se frota en determinados lugares con más frecuencia de lo normal.
¿Tu gato se rasca? Estos son los problemas cutáneos que pueden estar irritando a tu gato preferido:
Consejos sabrosos
Infecciones Comunes
Las infecciones fúngicas son las más comunes. La tiña y las infecciones por hongos son dos de las posibles causas por las que tu gato puede estar teniendo problemas de piel. Ten en cuenta que se lo pueden transmitir a otros miembros de la familia rápidamente, por lo que una detcción temprana es la clave.
Por supuesto que los gatos son propensos a tener parásitos y virus, cómo lo eres tú. Las pulgas y los ácaros no son los únicos que provocan picor a tu gato, pero ambos pueden ser el punto de partida de la mayoría de problemas cutáneos. Incluso si tu gato no sale al exterior, es recomendable desparasitarle para prevenir que se infecte. Consulta a tu veterinario para que te aconseje. Algunas infecciones cursan con irritación de la piel. Una de ellas está producida por el virus de la viruela felina, que según el Journal de Medicina y Cirugía Felina, dice que los gatos pueden infectarse a través de roedores portadores de la enfermedad. Este virus no es muy común en Estados Unidos, se han visto más casos en Europa.
Influencia Ambiental
En contacto con su piel, el ambiente puede provocar estos tres principales efectos:
- Alergias ambientales: polen, polvo y hongos son los tres alérgenos más comunes que producen problemas cutáneos en gatos. Tu veterinario te ayudará a determinar si es esta la causa. Lo mejor es mantener alejado a tu gato de lugares con polen, polvo y moho. Antes de que acceda a estos lugares, asegúrate de limpiarlos bien previamente.
- Alergias alimentarias: Los problemas cutáneos son un síntoma de alergia alimentaria. Los gatos que también tienen problemas gastrointestinales, como vómitos y diarreas, pueden mostrar problemas cutáneos cómo otro signo de alarma.
- Medicamentos: Si el gato está tomando medicación, este puede ser un efecto adverso que se refleje con problemas cutáneos. Consulta con tu veterinario antes de interrumpir o cambiar la medicación.
Qué Puedes Hacer
Es normal que estés intranquilo porque tu gato no para de lamerse y rascarse. Programa una visita con su veterinario para que pueda ver lo que necesita.
Tu gato puede necesitar tratamiento médico para algunos problemas cutáneos. Es muy importante vigilar a tu gato para asegurarse que está mejorando y no empeorando tras el tratamiento médico. Si no se ve mejoría, puede que se trate de otro problema cutáneo. Una revisión veterinaria asegurará que tu gato recibe los cuidados que necesita. Asegúrate de anotar todos los síntomas que observes en tu gato para ayudar al veterinario en el diagnóstico.
Quieres a tu gato y no quieres que esté incómodo. Aunque tu gato es un experto acicalándose, revisa su pelo y su piel regularmente para detectar cualquier problema, y echa un vistazo al olor, rascado y rutina de acicalamiento. Cuanto antes revises estas rutinas, mejor se sentirá tu gato.
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