El gato Bosque de Noruega es un gato dulce y cariñoso. Aprecia los elogios y le encanta interactuar con su propietario. Es un tierno compañero y establece vínculos afectivos con sus propietarios una vez los acepta.

Este gato nunca ha llegado a olvidar su herencia por lo que sigue siendo un cazador de corazón. Le encanta perseguir juguetes como si fuesen reales. Es territorial y patrulla varias veces al día para asegurarse de que todo va bien.

El gato Bosque de Noruega suele controlar bien su alimentación, aumentando su nivel de ejercicio y reduciendo su consumo cuando cree que es necesario. Si cuenta con momentos de juego suficientes y sitio para correr y deambular, por lo general no será necesario someterle a un régimen de alimentación.

Dado su carácter territorial, al Bosque de Noruega le gusta tener espacio para controlar. Disfruta corriendo, escondiéndose y tendiendo emboscadas a sus juguetes, por lo tanto, debes contar con estantes y espacio para correr.

Es necesario asear al Bosque de Noruega a diario para evitar la formación de nudos y enredos en el pelo, especialmente durante la época de muda. Dicho aseo puede incorporarse en los momentos de juego, aunque por lo general le gusta que lo acicalen. Como ocurre con todos los gatos de pelo grueso, quizá se le deba proporcionar un remedio para las bolas de pelo en épocas de muda habituales.

Cuenta la leyenda que un gato se desliza entre los árboles del bosque, apareciendo y desapareciendo como por arte de magia. A veces lo único que se puede ver es la larga, gruesa y peluda cola de este gato mágico. Sabe lo que está ocurriendo cuando los humanos lo desconocen. Incluso sabe lo que hay en el corazón de un humano. Este hermoso gato de cola preciosa y extravagante es el gato Bosque de Noruega.

Con una leyenda tan bonita como la propia raza, los criadores de Noruega empezaron a mejorar su gato del bosque mágico para conseguir una raza que pudieran participar en las pistas. El gato se mostró por primera vez en una exposición felina en Noruega antes de la Segunda Guerra Mundial.

Un tiempo después el gato Bosque de Noruega consiguió llegar a los Estados Unidos, donde el Maine Coon, el gato de bosque originario de los Estados Unidos, ya había cautivado al país. Con un grupo de criadores dedicado a mantener el gato Bosque de Noruega en la sala de exposiciones, esta raza se hizo popular en los Estados Unidos, donde tiene muchos seguidores.