Divertidas actividades veraniegas para mascotas y niños

Recreo para gatitos y peques

1. Construir un fuerte para gatos. Recoge cajas de cartón para hacer un fuerte creativo para gatos: hazles agujeros, pégalas entre sí y colorea el cartón. Todo ello contribuye a pasar un día de verano de forma estupenda. Observa cómo aprenden a salir del laberinto, quizá con la ayuda de premios o de sus juguetes preferidos. Con cajas lo suficientemente grandes, tu niño y tu gato pueden disfrutar de un oasis de sombra para dar rienda suelta a su imaginación. Solo asegúrate de echar una mano para que sea seguro y para que no se caiga sobre tu gato, para evitar que se asuste.
2. Enseñar a tu gato a traer objetos. A los gatos les encanta cazar todo tipo de cosas, como trozos de papel arrugados y tapones de envases de leche, por ejemplo. Los niños pueden enseñar a los gatos a traer cosas con uno de sus objetos preferidos simplemente sentándose en el suelo, lanzándolo y viendo qué pasa. Algunos gatos quizá no entiendan el concepto y acaben jugando con el juguete por su cuenta, pero, con el tiempo, la repetición puede ayudar a tu gato a entender el juego. Aprenderá que cuando le devuelve el juguete a tu niño, este «cobra vida» cada vez que se lo vuelve a lanzar.
3. Jugar a atrapar la luz. A los gatos les encanta perseguir luces. Dale a tu hijo un espejo y busca un rayo de sol. Reflejar la luz sobre el suelo y observar a tu gatito en pleno frenesí de diversión será muy divertido. Baja las luces y dale una linterna a tu niño, y observa a tu gato intentado atrapar el haz. Solo debes asegurarte de recordarle a los niños que nunca dirijan la luz directamente a los ojos del gato. También puede ser buena idea recompensar a tu gato de alguna manera cuando el juego acabe, ya que puede frustrarse por no lograr atrapar nunca la luz.
4. Coche para gatos. Sujeta bien un trozo de cuerda a un coche con control remoto y haz que pase zumbando junto a tu gato para convertirlo en un objetivo irresistible. De nuevo, por la seguridad de tu gato, asegúrate de que el coche no vaya demasiado rápido y de que tu hijo nunca lo dirija directamente contra el gato.
5. Jugar a atrapar el plumero. Combina tus tareas con la diversión gatuna. Tu niño solo necesita un plumero y un gato animado para combinar la hora de la limpieza con la del juego. Quizá tengas que supervisar este juego un poco más: no quieres que tu hijo le quite el polvo a una estantería con chismes pequeños que tanto el niño como el gato puedan llegar a tirar al suelo y romper.

El verano es un momento perfecto para ayudar a los niños a crear un vínculo con sus mascotas, porque tienen mucha energía y tiempo para pasar juntos. El tiempo suele acompañar para que niños y perros realicen actividades en el exterior, y el estar en casa sin colegio ayuda a romper la monotonía diaria de los gatos. Con un poco de ingenio y cuidado, tus mascotas y tus niños pueden pasárselo de miedo este verano.