El perro crestado rodesiano se ha ganado a muchos adeptos por sus cualidades innatas. Esta raza posee muchas de las características que suelen asociarse a los sabuesos, aunque es algo más duro. Tiene un temperamento tranquilo y dulce, y raramente ladra.

Aunque puede dar la impresión de ser un sabueso grande y holgazán, el perro crestado rodesiano puede tener un aspecto amenazador. Este perro se crió para cazar y ser un protector de la familia. El crestado se adiestra con facilidad y su domesticación está por encima de la media.

Dadas sus habilidades innatas como guardianes, los crestados no deben adiestrarse como perros para protección. Su instinto protector natural debe someterse a un adiestramiento en obediencia para su control.

Son perros extremadamente tolerantes y excelentes compañeros, son animales gregarios que disfrutan de la compañía de otros perros; no obstante, las familias deben prestar atención si tienen varios perros machos en un mismo hogar, puesto que podrían producirse peleas relacionadas con el dominio. Estos perros pueden llevarse bien con los gatos si han crecido juntos.

Se llevan bien con los niños, aunque tanto el niño como el perro deben aprender a comportarse en presencia del otro. Dado su tamaño y su fuerza, los más jóvenes pueden derribar a los niños pequeños de forma accidental. Los crestados protegen a los niños y demás miembros del hogar. Son excelentes perros de guarda y protectores de la familia, aunque deben saber que el cuidador está al mando.

Los crestados estarán alerta ante cualquier cosa fuera de lo común. Son perros atléticos y  saltadores, por lo que puedes encontrarte que su curiosidad natural se apodere de ellos cuando hay algo interesante al otro lado de la valla. Aunque no son excavadores por naturaleza, pueden crear ciertas "cuevas" de verano frescas en el patio si no están bajo supervisión.

Los crestado rodesiano son extremadamente limpios. Se les puede llamar buenos comedores, por lo que es posible que tengas que controlar su ingesta calórica para evitar que coman demasiado o ganen peso.

El perro crestado rodesiano, conocido a menudo como el "cazador de leones africano", es originario de Sudáfrica. La historia de la raza se remonta al siglo XVI, cuando los primeros europeos exploraron el interior del Cabo de Buena Esperanza. Allí descubrieron a las tribus khoikhoi, que vivían con un perro semidomesticado con pelo a lo largo de la columna vertebral que crecía hacia atrás. Es lo que actualmente llamamos "cresta".

Los agricultores bóeres mejoraron la raza para poder utilizarlo como perro de cacería en las tierras inexploradas de África. Necesitaban perros que pudiesen levantar la caza mayor y proteger sus granjas de los merodeadores y animales salvajes durante la noche. Los agricultores también necesitaban un perro que pudiese resistir los rigores del monte africano, sobrevivir a los drásticos cambios de temperatura del calor del día a las temperaturas heladas de la noche, tener el pelo corto para evitar las garrapatas del monte, y que pudiese estar veinticuatro horas sin agua. Aquel perro también tenía que ser un perro de compañía y protección para la esposa y los hijos.

En 1922 un grupo de criadores de Zimbabue creó un estándar para el crestado rodesiano que prácticamente no ha cambiado hasta el día de hoy. Varios ejemplares excepcionales se introdujeron en los Estados Unidos a principios de los cincuenta, y para 1955 el perro crestado rodesiano era la raza número 112 que admitía el American Kennel Club.